LOS MANDAMIENTOS DEL CONDUCTOR

Nunca conducir, si se siente cansado, enfermo o con algún pensamiento que lo distrae de sus obligaciones.

Por encima de todo, respetar y procurar la seguridad de los peatones, ciclistas y demás conductores.

Por ninguna circunstancia conducir bajo el efecto del alcohol o narcóticos.

La obligación de cumplir un horario o cualquiera otra razón no serán excusas válidas para conducir en forma temeraria.

No adelantar en falso o en zonas peligrosas.

No exceder la velocidad máxima permitida.

Guardar una distancia prudente con respecto de los otros carros.

Respetar en forma estricta las leyes de tránsito.

Asegurarse de que su vehículo cumpla con las condiciones mecánicas necesarias. Por lo tanto, revisarlo periódicamente y en caso de encontrar alguna falta potencial, arreglarla.

Respetar en forma estricta las leyes de tránsito.

Asegurarse de que su vehículo cumpla con las condiciones mecánicas necesarias. Por lo tanto, revisarlo periódicamente y en caso de encontrar alguna falta potencial, arreglarla.

Usar siempre, todos los dispositivos de seguridad con que cuente su vehículo.

Jamás conducir un solo metro, sin utilizar el cinturón de seguridad y exigir a sus acompañantes que lo usen también.

Jamás permitir que alguien o algo le haga perder la concentración en el camino.

Portar siempre el equipo de emergencia.

“PREVENIR ES VIVIR”